domingo, 10 de noviembre de 2013

El último beso de la bailarina negra


"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida
bien usada causa una dulce muerte"

Aquí nos encontramos, al final de todas las cosas. Ha sido un viaje largo. Largo y duro, pero nadie dijo que fuera fácil. Solamente tú puedes saber el provecho que le has sacado, y estaría bien que lo meditases un segundos. No más, no hace falta. Tan solo cierra los ojos, mira hacia atrás y repróchate cosas, algo. ¿Nada? ¿No puedes reprocharte nada? Entonces ha sido un buen viaje.

Deja que te bese. Será tan sólo un instante, y no hagas caso a las habladurías. ¿Qué sabrá, ellos, si nunca lo han experimentado?  No, tranquilo, no es frío como el hielo. No es un beso de podredumbre, lleno de gusanos y putrefacción. Es un beso cálido, tierno. El beso como gran colofón, nada más metafórico. Bésame, déjame acariciarte y hagamos el amor. Empecemos este nuevo viaje.

Tienes miedo, ¿verdad? No te preocupes, el cambio siempre lo provoca. Pues es esto, nada más que un cambio. No te preocupes y respira, será un instante, nada más. Y nos adentraremos en la más absoluta oscuridad hasta encontrar la luz más cálida, la más acogedora que hayas visto jamás. Yo iré contigo, te acompañaré hasta el final. No te preocupes, créeme, la muerte es tan sólo un sentimiento.  

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