"In your mind there's a battle raging on... try to fin what you'r fighting for"
Me rebelo. He decido protestar y decir basta. Basta ya a
esta vorágine negativa. Basta ya a la espiral destructiva que me arremete desde
todas partes, sobre todo desde dentro de mí mismo. Me rebelo al conformismo y
al “hay otros que están peor”. Pongo punto y final a ver el cielo gris plomizo
aunque brille el sol, a dibujar acontecimientos dolorosos que aún no han pasado
y que quizá nunca lleguen a ocurrir.
Me planto, rompo esa partida. Rompo con esas reglas, desde
luego. Me niego a caer una y otra vez, y aún otra, en la casilla del pozo o a
la de “vuelva al inicio”. Me niego a dar vueltas por un círculo, pensando que
avanzo y sin embargo caminando sobre mis propios pasos, siempre el mismo
camino. Rompo el círculo, rompo el
camino y hasta la bóveda celestial. Juego la partida, otra partida nueva donde
yo marco las reglas.
Me rebelo ante el mundo, ante mi mundo, ante mí. Soy mi
mejor amigo y el peor de mis enemigos, lo sé, y he decidido vencerle, vencerme,
y desterrar cualquier rastro opaco. La vida es bella, dicen, tan sólo hacen
falta las gafas adecuadas para verla. Las venden por todas partes, en cada
esquina hay un óptico ambulante. Yo decido comprarlas aunque no tenga miopía.
Acepto el tablero, arriesgo y me lanzo al juego. Emoción, incertidumbre, azar…
vida. Destierro el miedo, abrazo la partida. ¿Y tú?
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