"(...)Entonces, ¿por qué le temes lo inevitable (la muerte)? Antes bien, deberías pensar en ella como tu descanso y no sentir miedo por descansar "
Una gota tras otra que, irremediablemente, llenan el vaso. Sin
parar, un continuo martilleo que golpea una y otra vez, y aún otra más,
rompiendo el equilibrio del agua en estado puro. Otra gota que provoca mil
ondas desquiciantes, otra gota que aleja la calma y acerca el caos. Otra gota
que pone el mundo del revés. Gota tras gota hasta que el vaso se llena y
estalla en mil pedazos. Luego silencio. Luego, la calma.
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