"Para que todo te vaya mejor, es necesario que sepas lo que quieres"
Veo que estás aquí, y por algo será. Ya que has venido, tan
solo te pido que me prestes atención un rato. No serán más de 4 o 5 minutos,
pero necesito que no haya nada más durante ese tiempo. Ni pensamientos rebeldes
golpeando tu mente, ni ruidos externos o internos, ni prisas ni pausas. Tan
solo tú y este texto.
Mírate a ti mismo, imagínate, cada centímetro de tu piel,
cada poro de tu cuerpo, cada pelo de tu cuerpo. En tu habitación, vistiéndote delante
del espejo. Traje negro, zapatos negros, corbata negra y camisa blanca. Si eres
mujer, olvida la corbata, pero el ritual es el mismo. Imagínate abrochando cada
botón de la blusa, haciéndote el nudo de la corbata o pintándote los labios de
un color apagado.
Imagínate saliendo de casa, subiendo al coche y conduciendo
al tanatorio. Efectivamente, te toca ir a un funeral, uno de esos sorbos
amargos que hay que beber de vez en cuando. Imagina las manos en el volante y
el cinturón de seguridad apretándote el pecho. Imagínate llegando, aparcado y
saliendo del automóvil. Imagina recorrer los pasillos del recinto, como la
música tenue agrava la tristeza por la pérdida. Ves a amigos y familiares
reunidos, hablando entre si casi en cuchicheos.
Vas directamente al féretro, a presentar tus respetos al
fallecido. Y al mirar, dentro del ataúd estás tú. Es tu propio entierro. Imagina
como todos los allí reunidos se reúnen para celebrar el funeral. Ahora imagina
a un familiar tuyo. No importa si es tu marido o mujer, tu hijo, tu tío o tu
padre, simplemente un familiar cercano que sube al altar a decir unas palabras.
Tras él, imagina que un amigo, un buen amigo tuyo, hace lo mismo. Aún no ha
acabado, ya que tras él, sube un compañero de trabajo con el que has compartido
mil experiencias. Finalmente, sube al estrado alguien de un club o asociación a
la que has pertenecido. 4 personas de distintos ámbitos. 4 discursos que hablan
de ti.
Imagina que diría cada una de ellas. Que te gustaría que cada una dijera. ¿Lo
sabes? ¿Lo sientes? Ese es tu objetivo en la vida. Recuérdalo y actúa para que,
llegado el caso, digan eso mismo.
*Basado en Los 7
hábitos de las personas altamente efectivas
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