"You won't break me - you won't take me - I'll fight you under blood red skies"
Hoy es el día,
ahora, la hora. Nuestros pasos nos han traído hasta este instante, y el reloj
dicta que no hay marcha atrás, que hoy se decide todo. Lo noto, lo siento en
cada poro de mi piel, en cada rincón de mi cuerpo. En cada esquina de mi alma.
Aquí nos enfrentamos, tú y yo. Sin público, sin ningún testigo. Sin vítores ni
aplausos para el vencedor. Tan solo tú y yo, a piel desnuda y espíritu indómito.
Nuestro duelo tan
esperado, nuestra guerra sin cuartel, a vida o muerte –nunca mejor dicho-. No habrá tregua ni
revancha, no habrá descanso ni reposo. Hoy decidimos, hoy luchamos y nos
lamemos las heridas. Hoy vivimos y morimos. Hoy los dos seremos uno, y el otro
desaparecerá.
Y pienso luchar y
plantarte cara. Si caigo, caeré luchando. Si muero, que sea peleando, un
combate digno del Olimpo y el Valhalla. Hagamos que sea una bonita ejecución,
un final digno para quien salga derrotado. Hagamos que nos honren, que nos
canten salmos y escriban hermosos versos de valor y entereza.
Cuando llegue el
final, cuando caiga el telón, hagamos que haya valido la pena, porque hoy
luchamos. Hoy vivimos y morimos.
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