viernes, 30 de octubre de 2015

¡Que te jodan!


"No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni siquiera yo"

¿Tú sabes quién eres? ¿Lo sabes de verdad? Pues no tengas ninguna duda, eso es lo que cuentan. Deja que lenguas viperinas hablen sobre ti, te juzguen y cataloguen. Deja que lenguas soberbias y altivas de víbora te digan qué puedes hacer y de qué eres incapaz. No es más que un espejo, un fiel reflejo de su propio veneno.

¿Tú sabes lo que has vivido? ¿Tienes una perspectiva clara de tu vida y todos los “por qués”? Pues que te etiqueten e intenten hacerte de menos. Permíteles su juego con cartas trucadas y que se crean esa falsa sensación de triunfo, que la basura que vomitan es un fiel reflejo de su alma.

¿Sabes dónde estás y, sobre todo, por qué? ¿Estás seguro de las decisiones que has tomado en tu vida? Pues solo tienes que decirles una cosa: ¡que te jodan! 

viernes, 23 de octubre de 2015

Hasta que nuestro reino caiga



"When you travel through the darkness and it´s hard to find the way
I will stand by you UNTIL OUR KINGDOM FALLS"

Cuando empiece tu viaje hacia la oscuridad, cuando tengas que emprender el camino hacia la larga noche sin nada que guíe tu camino estaré a tu lado hasta que nuestro reino se derrumbe. Cuando zarpes hacia el mañana sin sol, hacia la tierra donde no brilla ninguna estrella, hazlo sin miedo, pues seguiré a tu lado hasta que  nuestro reino caiga.

No tengas miedo, simplemente respira una última vez y lánzate al vacío. Deja atrás tantas experiencias, tanta vida vivida y adéntrate en último misterio por resolver. Deshaz el último nudo que ata tu estómago y ve, que yo seguiré junto a ti hasta que nuestro reino se desplome.


Ya está. La luz de este sol quizá ya no te abrace, pero quien sabe si otros muchos soles te acariciarán. Ya no estás aquí, estás en todas partes. En mí, en él y en ella. En los árboles y en el aire.  Ya no estás aquí, y sin embargo estás aquí, presente en todo momento, mientas nuestro reino se desmorona.

viernes, 9 de octubre de 2015

El mundo de Marcel



"Señorita, ¿aquí que pone, que me distraigo con facilidad o que me distraigo con felicidad?"

La actividad era fácil, así lo requería la edad de los niños. Las sillas estaban agrupadas en varias islas desiguales: una estaba formada por cuatro, otra por seis, había alguna silla suelta e, incluso, había una gran isla formada por diez sillas.

Acto seguido, la profesora les dijo a los alumnos que se repartieran entre las islas, y como era lógico, en la isla más grande había más niños que en las islas pequeñas. Pero resultó que el ejercicio no se hacía así, y la profesora los repartió de forma desigual. Dos niños encima de la silla solitaria, tres niños encima de la isla de seis sillas, siete niño en la isla de cuatro y otros tres niños en la gran isla de diez sillas.

“Señorita, pero así no podemos estar”, dijo uno de los alumnos. “Entonces, ¿qué harías?”, y cuando el niño protestón bajó de la isla de cuatro sillas para ir a de diez, la señorita lo cogió y lo devolvió a su sitio original.

“Chicos, esto es lo que pasa en la vida real. Cada isla representa un país, incluso un continente, y cuando algunos intentan estar más cómodos y con más espacios, no se les deja. ¿Alguien sabe por qué?”. Tímidamente, Marcel levantó la mano. “Yo creo que lo sé, señorita. Es porque no lo piden por favor, ¿verdad?”.

Yo quiero vivir en el mundo de Marcel.