domingo, 23 de febrero de 2014

Como la estrella más radiante


"La vida es como los espejos. Sonríales y le sonreirán. Póngales mala cara y le resultarán siniestros"

Te veo en medio del gentío, tan sola, tan desapercibida para todo el mundo excepto para eso mismo, todo el mundo. Te veo  perdida, ausente en tí, como un eclipse lunar: una explosión de belleza oculta en sí misma. A tientas, casi a ciegas, deambulando mientras te observas en infinidad de cristales. “Espejito, espejito mágico”, le dices, “¿Quién es la más bella del reino?”. Siempre la misma pregunta, nunca esperas a su respuesta.

Te veo como una noche estrellada, un lienzo oscuro salpicado por diez mil diamantes que irradian todo su calor. Un calor brillante, luminoso, sereno. Te veo como una noche llena de luces, una pequeña llama que rompe la sombra más profunda e inunda hasta el último rincón de paz y ternura.

Te veo con mis ojos y con mi alma. Te veo con emoción, suspiros y pensamiento. Te siento, te imagino, te lamento entre toda el gentío. Me hago pequeño al verte menguar, confusa por mil imágenes que no están ahí, rebotando en lamentos que ese pequeño demonio pone en tu camino. No, pequeña, no mengues, no rebotes. Deja que el universo te llene, que las estrellas te iluminen y la luna te acune, pues hasta en las mañanas más brillantes se vislumbra Venus. 

miércoles, 5 de febrero de 2014

Me rebelo


"In your mind there's a battle raging on... try to fin what you'r fighting for"


Me rebelo. He decido protestar y decir basta. Basta ya a esta vorágine negativa. Basta ya a la espiral destructiva que me arremete desde todas partes, sobre todo desde dentro de mí mismo. Me rebelo al conformismo y al “hay otros que están peor”. Pongo punto y final a ver el cielo gris plomizo aunque brille el sol, a dibujar acontecimientos dolorosos que aún no han pasado y que quizá nunca lleguen a ocurrir.

Me planto, rompo esa partida. Rompo con esas reglas, desde luego. Me niego a caer una y otra vez, y aún otra, en la casilla del pozo o a la de “vuelva al inicio”. Me niego a dar vueltas por un círculo, pensando que avanzo y sin embargo caminando sobre mis propios pasos, siempre el mismo camino.  Rompo el círculo, rompo el camino y hasta la bóveda celestial. Juego la partida, otra partida nueva donde yo marco las reglas.

Me rebelo ante el mundo, ante mi mundo, ante mí. Soy mi mejor amigo y el peor de mis enemigos, lo sé, y he decidido vencerle, vencerme, y desterrar cualquier rastro opaco. La vida es bella, dicen, tan sólo hacen falta las gafas adecuadas para verla. Las venden por todas partes, en cada esquina hay un óptico ambulante. Yo decido comprarlas aunque no tenga miopía. Acepto el tablero, arriesgo y me lanzo al juego. Emoción, incertidumbre, azar… vida. Destierro el miedo, abrazo la partida. ¿Y tú?