"De lo que tengo miedo es de tu miedo"
La noche era
oscura como ala de cuervo. La luna, desaparecida, y las estrellas ocultas tras
nubes negras. Su respiración era pesada. Tanto que la oí desde el pasillo. Al
entrar comprobé que seguía despierto.
- - Papá,
hay un monstruo debajo de mi cama. Échalo.
Aquella
inocencia, aquella imaginación desatada me hacía aflorar una sonrisa que, por
precaución, disimulé. Sin más, me agaché a mirar bajo el somier. Estaba él.
- - Papá,
hay un monstruo encima de mi cama. Échalo.