domingo, 13 de abril de 2014

Una vela en la oscuridad



"Para que todo te vaya mejor, es necesario que sepas lo que quieres"

Veo que estás aquí, y por algo será. Ya que has venido, tan solo te pido que me prestes atención un rato. No serán más de 4 o 5 minutos, pero necesito que no haya nada más durante ese tiempo. Ni pensamientos rebeldes golpeando tu mente, ni ruidos externos o internos, ni prisas ni pausas. Tan solo tú y este texto.

Mírate a ti mismo, imagínate, cada centímetro de tu piel, cada poro de tu cuerpo, cada pelo de tu cuerpo. En tu habitación, vistiéndote delante del espejo. Traje negro, zapatos negros, corbata negra y camisa blanca. Si eres mujer, olvida la corbata, pero el ritual es el mismo. Imagínate abrochando cada botón de la blusa, haciéndote el nudo de la corbata o pintándote los labios de un color apagado.

Imagínate saliendo de casa, subiendo al coche y conduciendo al tanatorio. Efectivamente, te toca ir a un funeral, uno de esos sorbos amargos que hay que beber de vez en cuando. Imagina las manos en el volante y el cinturón de seguridad apretándote el pecho. Imagínate llegando, aparcado y saliendo del automóvil. Imagina recorrer los pasillos del recinto, como la música tenue agrava la tristeza por la pérdida. Ves a amigos y familiares reunidos, hablando entre si casi en cuchicheos.

Vas directamente al féretro, a presentar tus respetos al fallecido. Y al mirar, dentro del ataúd estás tú. Es tu propio entierro. Imagina como todos los allí reunidos se reúnen para celebrar el funeral. Ahora imagina a un familiar tuyo. No importa si es tu marido o mujer, tu hijo, tu tío o tu padre, simplemente un familiar cercano que sube al altar a decir unas palabras. Tras él, imagina que un amigo, un buen amigo tuyo, hace lo mismo. Aún no ha acabado, ya que tras él, sube un compañero de trabajo con el que has compartido mil experiencias. Finalmente, sube al estrado alguien de un club o asociación a la que has pertenecido. 4 personas de distintos ámbitos. 4 discursos que hablan de ti.

Imagina que diría cada una de ellas. Que te gustaría que cada una dijera. ¿Lo sabes? ¿Lo sientes? Ese es tu objetivo en la vida. Recuérdalo y actúa para que, llegado el caso, digan eso mismo.

*Basado en Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas

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