"La oscuridad no existe. Lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos"
La oscuridad te rodea. Negrura por todas partes, una
oscuridad total y absoluta. No puedes ver nada, ni siquiera intuir tu mano
cuando la separas pocos centímetros de
tus ojos. Podría estar a kilómetros, a eras de distancia, la sensación sería la
misma. Miras a derecha e izquierda, arriba y abajo. Tanto da, solo ves
oscuridad total y absoluta.
Hay que combatir, hay que derrotar a esa penumbra que todo
lo atrapa, a toda esa noche que llega hasta los rincones más apartados. Te
pones tu armadura, y con tu espada empiezas a golpear. Aquí, allí y un poco más
lejos. Mandobles sin cesar ni precisión, tan solo mandobles histéricos.
No lo consigues. A pesar de tus esfuerzos no consigues
derrotar la oscuridad que todo lo llena. La espada no es suficiente, la
armadura no logra protegerte y caes de rodillas, exhausto y desquiciado por no
poder derrotar la oscuridad... y pensar que la oscuridad no es más que ausencia
de luz… y pensar que con una pequeña cerilla hubieses vencido…