domingo, 3 de noviembre de 2013

Ira


"La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde"

Nazco como si nada, casi sin que te des cuenta. Culparás a algo externo, a alguna cosa que te lo haga más fácil de digerir, pero no. Nazco dentro de ti sin que te des cuenta. Y me agarro, me agarro con fuerza a ti. Me notarás entre las costillas, en la boca del estómago. Ese es mi campo base, y desde ahí  invadiré tu cuerpo y torturaré tu mente.

Soy esa idea obsesiva que nace de un suspiro y ya no puedes apartar. Soy esa tensión en el cuerpo que apenas te deja descansar, provocándote mil y un dolores en la espalda y en los brazos. Soy ese impulso  que te lleva a golpear, a mancillar, a insultar… a destrozar. Soy ese odio irracional a lo que amas, aunque tu ceguera te impida verlo.

No podrás descansar. Ni lo intentes, pues no lo lograrás. No mientas te domine, convirtiéndote en una marioneta. Ríndete a la evidencia y no lo hagas más difícil, ese dolor de piernas puede desaparecer, tan sólo déjame dominarte, poseerte, destruirte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario